El ser humano no consiste solo de formas, masas, pensamientos, inteligencias, órganos, vesículas, movimientos, géneros y sentidos, hay un englobe de todo aquello basado en los sentimientos, transformados a su ves en la utilidad y en la creatividad que pudiera generar.
El hombre, hablando de la mujer a su vez, se ha convertido en una máquina generadora de ingresos y cotidianeidad, rutinaria y desconocida del si mismo, alivianado por cuya individualidad que lo convertirá (o intentará convertirse) en un ente ajeno a la sociedad.
El hombre es un ser social, desde tiempos prehistóricos que lo es, aunque no es un tema que pretenda extender, más allá de que a partir de esto existe un desarrollo social que a generando una evolución en los atributos humanos, en sus necesidades y en sus paradigmas.
No me atrevería a precisar fecha alguna, pero hoy podría afirmar que el ser humano se dedica a sobrevivir más que a vivir su propia vida, vive para el otro, a partir de la opinión ajena ¿un qué dirán?. Ha perdido el real sentido lo que es vivir, las ganas ya no son las de antes, una rutina rompe los instantes mágicos de la vida, en los cuales nos podemos convertir en grandes artistas, fluir a través de la expresión, reencontrarnos con nuestros más íntimos secretos, recorres los prados llenos de margaritas, hablar con duendes, ser dueños de nuestros sueños.
Hoy, me subo al metro, me siento al lado tuyo porque no, un ser anónimo. ¿Qué harías si te saludo? o si me pongo a bailar de la nada ¿me mirarías raro? ¿me mirarían raro? La gente deja de ser por miedo al ridículo, pero creo que es más ridículo quien no se atreve a ser, a intentar serlo, y puedo afirmar que cuando realmente logras en introspectiva reflexionar sobre ti mismo, y logras darte cuenta realmente quien eres, descubres tu gran potencial, tu energía, eres más feliz y siempre vas de un abrazo hacia arriba; hablo del arriba como la plenitud y la abundancia, de vida.
Abraza a tu amigo, cántale al espejo y a quien más quieras hacerlo, piensa que el sol que brilla hoy nunca más brillara como hoy lo hizo, disfruta de aquel instante, que jamás volverán a ocurrir esos momentos; aunque si quieres dedicate a sobrevivir pero no pidas ser feliz si jamás te haz dedicado a vivir.
PD: si hoy quieres pintar cómprate unas pinturas cualquiera un par de pinceles, un algo para manchar, olvidate de los bodegones y el academicismo, acurrúcate en tu imaginación, a través de los sueños rompe todo paradigma, que esta sociedad solo sobrevive.
(Esto me recordó a Leo Buscaglia)